El bien vs. el mal
Una forma de evaluar si un comportamiento es «bueno» o «malo» es determinar si crea unión o división entre los seres humanos como especie. Por unión, piensa en personas que crean lazos de confianza entre sí, lo que les permite hacer cosas los unos por los otros, colaborar y organizarse en comunidades. Por división, piensa en comportamientos que impiden (o destruyen) la construcción de confianza, convirtiéndose en un obstáculo para la colaboración, generando y perpetuando resentimientos y, en general, enfrentándonos entre nosotros.
Sobre la unión
Estar unidos significa poder confiar los unos en los otros y colaborar como seres humanos. Esto beneficia a todos, porque nos permite ayudarnos mutuamente, trabajar para crear mejores condiciones de vida, generar riqueza y, en general, reducir el sufrimiento en el mundo, dándonos un sentido de pertenencia, conexión y apoyo que tanto necesitamos. Parte esencial del ser humano es su naturaleza social, y retribuir a los demás está profundamente ligado al significado de nuestro camino como individuos.
Esto es algo que podemos aplicar en múltiples niveles de nuestras vidas: en nuestras interacciones con nuestras familias, nuestros barrios, nuestros trabajos, nuestros pueblos y ciudades, nuestros gobiernos y el mundo en general.
Crear unión y confianza es algo que necesitamos urgentemente en lugares donde hay conflictos activos y guerra, pero también en lugares donde las personas tienen un nivel de vida decente pero están cada vez más aisladas, solitarias y divididas.
Usando la medida de si algo nos une o nos divide, podemos juzgar muchos comportamientos individuales y colectivos. Esta es una herramienta clave para determinar qué ideas y valores debemos defender. Por lo tanto, cuando alguien te proponga una idea o un comportamiento a adoptar, evalúalo bajo este marco: ¿nos une o nos divide? Y si es lo segundo, ten mucho cuidado.
Sobre la división
En la era de la hiperconectividad, estamos más cerca que nunca unos de otros, pero al mismo tiempo somos cada vez más solitarios, divididos y aislados. La facilidad con la que podemos comunicarnos con cientos o miles de personas no significa que sea fácil confiar y apoyarnos mutuamente. De hecho, las tendencias actuales de la tecnología parecen estar guiándonos hacia la envidia, la polarización, el resentimiento, el miedo y la ira.
Algunas reflexiones sobre comportamientos cotidianos que fomentan la separación, algunos con mayor impacto que otros:
- Ser impuntual, porque los demás dejarán de esperarnos a tiempo y perderán la confianza para hacer planes con nosotros.
- Mentir y engañar, porque nadie querrá invertir su tiempo o recursos en alguien en quien no se puede confiar.
- Alardear, porque genera resentimiento en quienes no tienen lo que presumimos.
- Ser grosero, porque las personas sanas emocionalmente se alejarán y evitarán colaborar con nosotros.
Si una ideología, un estado, una religión, una comunidad, una persona o cualquier entidad te dice que odies a otros, sin importar quiénes sean o por qué razón, lo que realmente están haciendo es separarte de ellos. Ten mucho cuidado con eso.
No seas ingenuo
Estar a favor de la unión no significa, de ninguna manera, ser ingenuo. Rechaza las ideologías que dividen a los seres humanos y comprende que, a veces, es necesario oponerse a ellas para poder construir una unión más profunda entre las personas. La historia está llena de ejemplos de grupos que han intentado unir comunidades a través del odio, en detrimento de la humanidad en su conjunto (piensa en los nazis, los radicales islamistas o los soviéticos).
No seas cínico
El cinismo es la actitud de desconfianza constante hacia las intenciones de los demás, el desprecio por los valores y la creencia de que todo acto humano está motivado por el interés propio. Un cínico puede ver los esfuerzos por la unión como ingenuos o inútiles, argumentando que la humanidad siempre estará dividida.
Sin embargo, el cinismo extremo es, en sí mismo, un obstáculo para la unión. Nos impide construir confianza, nos hace creer que todos los esfuerzos son en vano y nos paraliza en la indiferencia. No confundas la lucidez con el escepticismo destructivo: si bien es importante cuestionar y analizar, es igual de esencial actuar en favor de la confianza, la colaboración y la construcción de comunidades más fuertes.